sábado, 30 de noviembre de 2019

LOS TEJIDOS


Tipos de tejidos


Como vimos anteriormente, cada órgano se compone de dos o más tejidos, grupos de células similares que trabajan juntos para realizar una tarea específica. Los seres humanos —y otros animales multicelulares grandes— se componen de cuatro tipos de tejido básicos: tejido epitelial, tejido conectivo, tejido muscular y tejido nervioso.
Los cuatro tipos de tejido se ejemplifican en el intestino delgado: tejido nervioso, tejido epitelial escamoso estratificado, tejido muscular liso y tejido conectivo.
Crédito de la imagen: versión modificada de Tipos de tejidos: Figura 1 por OpenStax College, Anatomy & Physiology, CC BY 3,0

Tejido epitelial

El tejido epitelial se compone de láminas apretadas de células que recubren las superficies, incluyendo el exterior del cuerpo, y recubren las cavidades del cuerpo. Por ejemplo, la capa externa de la piel es un tejido epitelial, al igual que el revestimiento del intestino delgado.
Las células epiteliales están polarizadas, lo que significa que tienen un lado superior y uno inferior. El lado apical, superior, de una célula epitelial da hacia el interior de una cavidad o el exterior de una estructura y generalmente está expuesta a líquido o aire. El lado basal, inferior, da hacia las células subyacentes. Por ejemplo, el lado apical de las células intestinales tienen estructuras en forma de dedos que aumentan la superficie con la que absorben nutrientes.
Imagen que muestra tres células que recubren el intestino delgado. Cada célula contiene un núcleo y está rodeada por una membrana plasmática. La parte superior de las células tiene microvellosidades que dan hacia la cavidad de la que se absorberán sustancias.
Crédito de la imagen: Células eucariontes: Figura 3 por OpenStax College, Biology, CC BY 3,0
Las células epiteliales están muy pegadas y esto les permite actuar como barrera ante el movimiento de líquidos y de microbios potencialmente dañinos. Las células suelen unirse por uniones celulares que las mantienen en estrecha cercanía para reducir fugas.

Tejido conectivo

El tejido conectivo consiste de células suspendidas en una matriz extracelular. En la mayoría de los casos, la matriz se compone de fibras de proteína como el colágeno y la fibrina en una sustancia base sólida, líquida o gelatinosa. El tejido conectivo soporta y, como su nombre indica, conecta otros tejidos.
El tejido conectivo laxo, que se muestra más adelante, es el tipo más común de tejido conectivo. Se encuentra por todo tu cuerpo y soporta órganos y vasos sanguíneos, además de unir los tejidos epiteliales de los músculos subyacentes. El tejido conectivo denso o fibroso, se encuentra en tendones y ligamentos, los cuales conectan músculos con huesos y huesos con otros huesos, respectivamente.
El tejido conectivo laxo está compuesto de fibras elásticas y de colágeno ligeramente entretejidas. Las fibras y demás componentes de la matriz de tejido conectivo son secretados por fibloblastos.
Crédito de la imagen: Principales tejidos animales: Figura 6 por OpenStax College, Biology, CC BY 4,0
Algunas formas especializadas de tejido conectivo incluyen el tejido adiposo —grasa corporal—, hueso, cartílago y sangre, que tiene una matriz extracelular líquida llamada plasma.

Tejido muscular

El tejido muscular es esencial para mantener el cuerpo erguido y en movimiento, e incluso para bombear sangre y mover los alimentos por el tracto digestivo.
Las células musculares, con frecuencia llamadas fibras musculares, contienen las proteínas actina y miosina, que les permiten contraerse. Hay tres tipos principales de músculo: músculo esquelético, músculo cardiaco y músculo liso.
De izquierda a derecha. Células de músculo liso, células de músculo esquelético y células de músculo cardiaco. Las células de músculo liso no tienen estrías, mientras que las células de musculo esquelético sí tienen. Las células de músculo cardiaco tienen estrías, pero a diferencia de las células de músculo esquelético mulitnucleadas, solo tienen un núcleo. El tejido muscular cardiaco además tiene discos intercalares, regiones especializadas que corren a lo largo de la membrana plasmática que unen células cardiacas adyacentes y ayudan a pasar el impulso eléctrico de célula a célula.
Crédito de la imagen: Principales tejidos animales: Figura 12 por OpenStax College, Biology, CC BY 4,0
El músculo esquelético, también llamado músculo estriado (rayado), es a lo que nos referimos como músculo en la vida cotidiana. El músculo esquelético se une a los huesos por tendones y te permite controlar conscientemente tus movimientos. Por ejemplo, los cuádriceps de tus piernas o los bíceps de tus brazos son músculo esquelético.
El músculo cardiaco solo se encuentra en las paredes del corazón. Al igual que el músculo esquelético, el músculo cardiaco es estriado, o rayado. Pero no está bajo control voluntario, así que —¡por suerte!— no necesitas pensar en hacer que tu corazón siga latiendo. Las fibras individuales están conectadas por estructuras llamadas discos intercalados, que les permiten contraerse en sincronía.
El músculo liso se encuentra en las paredes de los vasos sanguíneos, así como en las paredes del tracto digestivo, el útero, la vejiga urinaria y otras estructuras internas. El músculo liso no es rayado o estriado, y es involuntario, no está bajo control consciente. ¡Eso significa que no tienes que pensar en mover los alimentos por el tracto digestivo!

Tejido nervioso

El tejido nervioso participa en la detección de estímulos —señales externas o internas— y el procesamiento y transmisión de información. Este tejido consiste principalmente en dos tipos de células: las neuronas, o células nerviosas, y la glia.
Las neuronas son la unidad funcional básica del sistema nervioso. Generan señales eléctricas llamadas impulsos nerviosos o potenciales de acción que les permite a las neuronas transmitir información muy rápidamente a largas distancias. La función principal de la glia es apoyar la función neuronal.
Imagen de una neurona. La neurona tiene proyecciones llamadas dendritas que reciben señales, y proyecciones llamadas axones que envían señales. También se muestran dos tipos de células gliales: los astrocitos, que regulan el ambiente químico de la célula nerviosa, y los oligodendrocitos que aislan al axon para que el impulso nervioso se transfiera más eficientement

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